El hecho de donar sangre siempre ha sido seguro y muy recomendable para salvar la vida de muchas personas. Con esta acción, no existe ninguna probabilidad de riesgo porque el cuerpo humano se recupera rápidamente del plasma que ha donado. Concretamente, en 24 horas el volumen de sangre que ha perdido, en 72 horas el de plaquetas y, tras dos meses, el de hematíes.
Por el contrario, en las embarazadas no sucede lo mismo, no pueden donar ni en la gestación, ni en los seis meses posteriores al parto. Incluso, en los partos de cesárea la prohibición dura hasta un año. Para entender los motivos, es necesario saber que la mujer, en estado de gestación, tiene dos vidas en una y que, por lo tanto, la vida del futuro bebé es lo primero.
En una donación de sangre se pude originar un agotamiento del hierro del cuerpo y, como consecuencia, la madre puede desarrollar una anemia que afecte al suministro de hierro al feto. Este problema puede llegar a ser muy grave, porque se le suma una gran pérdida del volumen de la sangre y, con ello, la pérdida de eritrocitos. Como consecuencia, nace una pérdida de oxígeno en sangre que afecta negativamente a la nutrición del feto. Además, presentar anemia en el embarazo de por sí es grave y, por este motivo, es muy común que los médicos receten suplementos vitamínicos de hierro.
FUENTE: https://www.todopapas.com/embarazo/salud-embarazo/puede-una-embarazada-donar-sangre-7548